Un niño demanda a McDonalds por un millón de dólares


El incidente, ocurrido en Detroit, se suma a muchos casos similares contra la trasnacional Mc Donalds
El 19 de junio, el pequeño Vincent Ingram descubrió los gusanos tras morder
el alimento en su casa. Su hermana, quien lo acompañaba, "se puso frenética al ver los animalitos moviéndose alrededor de la boca de su hermano", declaró el abogado.
Esta demanda se suma a numerosos casos presentados contra la cadena de comida rápida, que hace alarde de su rapidez y buen servicio.
El año pasado, en Seattle, Washington, el abogado Harish Bharti demandó a la cadena de comida rápida más famosa del mundo por el empleo de grasa de res y no aceite vegetal, como aseguraba la compañía, en la preparación de papas fritas, en detrimento de la salud de sus clientes.
En junio de 1999, una pareja canadiense demandó a la multinacional por más de 11 millones de dólares por causar graves daños sicológicos a su hija, Ayabn Jama, de nueve años, quien al intentar ingerir una Big Mac encontró una cabeza de rata entera.
El empresario mexicano Angel Lara Lastra, dueño de dos franquicias
McDonalds, enfrentó "hostigamiento judicial" desde 1998 por negarse a
preparar alimentos con carne, verdura, pan y lácteos en estado de
descomposición. En agosto del año pasado, y tras años de litigios,
Lastra perdió reputación, libertad, patrimonio y familia.
McDonalds reclamó a Lara el pago de 400 mil dólares por supuestos adeudos y la rescisión de una de las franquicias que conservaba en el centro de Monterrey, Nuevo León. Lara describe que entre los alimentos que se negó a recibir había leche con caducidad vencida, lechugas con piezas metálicas como tornillos y tuercas, y carne de puerco en descomposición.
El empresario mexicano declaró entonces: "Cuando esto empezó creí que la justicia mexicana impediría que McDonalds violara las leyes federales
fitosanitarias, pero desafortunadamente pronto me di cuenta del poderío de
la trasnacional para corromper a las autoridades".
En el caso de Ingram, su abogado relató que ingirió por lo menos media docena de bichos; como prueba, su madre conservó el resto de la hamburguesa y el vómito del muchacho. Desde el incidente, dijo el abogado, el pequeño sufre un trauma y no quiere comer.
McDonalds emitió una declaración en la que considera "cuestionables" las acusaciones y precisa no haber recibido indicio alguno que respalde los
cargos. "No se nos ha dado ninguna prueba de validez de la acusación", dijo
la compañía.
Organizaciones no gubernamentales han denunciado que la comida rápida de McDonalds mantiene una dieta alta en grasa, azúcar, productos animales y sal. En contraste, es baja en fibras, vitaminas y minerales.
Una página en Internet (www.geocities. com) que contiene un artículo
titulado La verdad sobre McDonalds, apunta que las hamburguesas tienen 48
por ciento de agua y las lechugas que sirven están tratadas con 11
diferentes tipos de químicos para mantenerlas verdes y crujientes por más
tiempo.
De todos los incidentes de contaminación de alimentos, 70 por ciento se concentra en los cárnicos, sin olvidar el empleo de hormonas de crecimiento para el ganado, lo que es una amenaza seria para consumidores habituales de carne. Según el sitio de Internet, las técnicas publicitarias de la
multinacional están orientadas cuidadosamente al público infantil, fácilmente impresionable, con lo que asegura sus ganancias.